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SOÑANDO
¡Qué bosque más raro! Los árboles son tan grandes que por más que levanto la vista no veo dónde acaban. ¡Y sus troncos…! Aquí se podría jugar bien a escondidillas. ¡Allí, detrás de uno veo a Julita!
—¡Julitaaaa!, no te escondas, ya te vi.
Ahora aparecen detrás de cada árbol un niño, muchos niños… Están todos los niños de la clase… hasta la señorita Luisa llevando de la mano a un chiquitín. ¿Quién será?
—¡No os escondáis; le toca a Julita, la vi primero!
Pero otra vez han desaparecido todos. ¿Dónde estarán? ¡Seguro que detrás de aquellos pinos!
—¡No, oigo ruido, por las copas de los árboles!
¿Les habrá enseñado la señorita Luisa a trepar? No creo, habrá sido el profesor de gimnasia de los mayores.
Allá lejos, están Ana y Salomé tirándose por unas cuestas y manchándose de barro. ¡Vaya con Salomé!, y eso que dicen que es ordenada. Bien que la van a castigar...